Devoro poetas por si versan y en la nausea me encuentro. Si un poema me fecunda he aquí mi vientre liberado: Hágase en mí según tu voluntad
lunes, 28 de mayo de 2012
CORAZONES IMPERMEABLES
Con los ojos anclados al suelo
y las conciencias húmedas
caminamos soledades y miserias.
En los charcos ya no se juega,
sólo son espejos que desbordan
cicatrices maceradas, casi invisibles.
De tanto apretar los ojos
y mirar para otro lado
repatriaron su alma.
Algunos invirtieron sus sonrisas
en un fondo de perversiones
y no ven más allá de las katiuskas.
Otros salieron a vivir y los llamaron locos...
Dicen el arco iris los devoró, (yo no me lo creo).
Dicen que sueñan despiertos y dormidos,
que un dragón es el guardián de la esperanza,
que los niños los habitan para siempre,
y que “el amor los hace cada día”.
(Y yo… yo quiero creer para volverme loca).
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